Carlos Russo, una persona muy querida en todo el ambiente del fútbol, tuvo que pasar por el momento más difícil y gracias a la vida sana que lleva pudo salir adelante. El ex jugador de Juventud, Central y Gimnasia ganó el partido más difícil de su vida y hoy disfruta de sus seres queridos.Un pre-infarto mientras jugaba al fútbol con sus amigos, las complicaciones posteriores que lo llevaron a estar un mes y medio internado y casi dos semanas en un cuadro complicado conmovieron a todos los que lo conocían. El pronóstico de cuatro meses de internación y en algún momento el de no recuperarse no pudieron con la fuerza que “Carlitos” junto a su familia, novia y amigos pusieron para salir adelante.
Los ojos brillosos, la emoción en su vos, en cada respuesta un agradecimiento y su creencia en Dios fueron las constantes en esta nota que retrata la experiencia de vida de “Russito”.
Lo primero que todos quieren saber es ¿Cómo estás?
La verdad que bien, contento. Con el apoyo de mi familia, de mi novia, de la familia de ella y de los amigos, que siempre estuvieron, uno se siente acogido y cada día mejor. Ahora lo puedo contar, así que contento por eso.
¿Sentís que es una segunda oportunidad que Dios te presenta en tu vida?
Si, seguro que es así. Ahora estoy viendo otros aspectos de la vida. Siempre estaba enfrascado con la actividad que hacía y el estudio, ahora veo y disfruto otras cosas y eso me pone contento. Dios me dio otra oportunidad y no la quiero desaprovechas. Día a día quiero hacer todo pero de a poquito porque todavía me tengo que recuperar. Decían que tenía que estar cuatro meses y estuve un mes y medio, ya estoy caminando y si todo sale bien de acá a un mes puedo estar trotando, esto me entusiasma y fortalece a partir del apoyo de todos.
Muchos jóvenes ven en vos un deportista sano y piensan “¿Cómo le pudo pasar a él con lo que se cuidaba?” pero vos tenes otro punto de vista de esto…
Yo me cuide toda la vida, en las salidas, en no fumar, no tomar para esto. Una doctora me digo, “vos te cuidaste porque tenias que llegar sano para salir de este momento”. Se te cierra una puerta y Dios te abre tres. Siempre, donde estuve y en todos los aspectos de la vida, fui un luchador y nunca baje los brazos. Como dijeron muchas veces, era el partido de mi vida, lo jugué de 10 y lo gané así que contento y disfrutando de todo. Si un poco mal porque no puedo inmediatamente volver a jugar, aunque la puerta está abierta. Pero tratando de disfrutar otras cosas como las vacaciones, la novia, la familia y los amigos.
¿Qué te gustaría decirle a toda la gente que estuvo muy pendiente de cada momento?
Sorprendido. Primero que nada la atención que recibí, muy agradecido a toda la gente del Hospital San Bernardo a los médicos, las enfermeras, los camilleros, a los de limpieza. Tenían muy buena onda y alegría, gente con vocación hacia su trabajo. Me contagiaba de la ganas de ellos del apoyo permanente, las bromas que hacían. Fueron importantes, estoy agradecido de por vida con todos ellos.
La gente del fútbol también, amigos, compañeros, algunos que hace mucho que no veía, preparadores físicos, técnicos, dirigentes. A todos, seguramente me olvido de alguno pero ellos saben quiénes son los que estuvieron.
A los hinchas de Juventud, que me demostraron que uno es una persona querida en el club. A los de Central, que cuando me los cruzaban me decían cuando iba a volver. A los de Gimnasia también, que aunque estuve muy poquito, se acercaron y estuvieron en todo momento.
A todos los dirigentes, a los de Juventud, los de Gimnasia y los de Central. A la fundación de mercado San Miguel.
Y fuera del fútbol mucha gente también, vecinos, amigos, familiares. A todos ellos eternamente agradecido, a mi familia, mi hermano, mi viejo, mi novia, la familia de ella, fueron los que en el día a día me dieron fuerzas.
A lo que hicieron las misas, los que rezaron por mí, las cadenas de mail, las cadenas de oración y todos los que me dieron muy buena onda.
Si hubiera una forma de demostrarles lo agradecido que estoy lo haría se que todo lo que hicieron fue desinteresadamente. Había gente que querían ayudar y no decían el nombre, pero mi hermano les decía que primero queríamos agotar nuestros recursos antes de pedir ayuda. Todos me dieron fuerzas para salir y gracias a Dios hoy estoy acá.
¿Cuál fue el momento más duro?
Cuando estaba en terapia intensiva en una sola posición en la cama y a la noche no podía dormir. Fue duro, pero durante el día mi familia, mi novia y mis amigos me reponían las fuerzas. Toda la estadía fue dura, pero soy un creyente en Dios y le pedí que me ayude y con las ganas que tenía de volver a disfrutar la vida salí adelante. Ahora aprovecho que soy mimado por todas así que aprovecho eso (risas).
¿Cómo se hace para volver a la vida que llevabas antes?
Es duro, porque estaba acostumbrado a entrenar todos los días, a llevar una vida ordenada, a estudiar. Todo esto cambio, tengo que hacer reposo, se extraña el ir a entrenar, el compartir cosas en el vestuario. Pero ahora mi objetivo es otros, recuperarme e ir progresando de a poco con la ayuda de todo el cuerpo médico. Me estoy cuidando, haciendo todo al pie de la letra porque quiero ser el que era antes. Con el apoyo de mi entorno voy saliendo adelante. Ahora volví a dar clases de nuevo, que son las cosas que me hacen olvidarme un poco de todo esto. Para pasar un poco el tiempo estoy con la Compu o la Play (risas).
¿Qué respaldo, hablando de una obra social, tiene un futbolista en Salta?
Es muy personal el tema del arreglo. Cuando estaba en el Nacional B con Juventud tenia Obra Social, aportes. Ahora ni Juventud, ni Central, ni Gimnasia están en condiciones de solventar esto. En Juventud después del descenso también tuve mi obra social y en Gimnasia al principio también pero después llegamos a otro acuerdo. Al margen de ello los dirigentes de Gimnasia se portaron muy bien con migo. Lo mismo digo de Central, que por ahí escucho que hablan mal, pero con migo se portaron bien. Y de Juventud que puedo decir, siempre me sentí como en mi casa, siempre dije que soy hincha de Juventud y que lo llevo en el corazón. Si algún día a estos clubes les puedo devolver lo que me dieron con trabajo lo haría, como preparador físico. Es algo que me gustaría para más adelante, entrenando alguna división y transmitir mi experiencia. El futbolista pasa, pero la persona queda.
¿Qué te gustaría decirles a los chicos que están empezando una carrera en el fútbol?
Que encaren sus carreras con ganas y vocación, pero que no dejen de lado el estudio. El fútbol es así, mucha alegría pero uno nunca sabe después que puede pasar, una lesión o algo que no te permita seguir jugando, por eso hay que tener un respaldo. Gracias a Dios soy profesor de Educación Física y me estoy preparando para ser de Licenciado. Si bien el fútbol te da muchas cosas sabía que tenía que estudiar. El deporte te forma como persona, uno nunca tiene que bajar los brazos, no solo en el fútbol, sino en todos los aspectos de la vida. Ponerse objetivos y luchas por ellos. Lo que uno hace tiene que ser con alegría y no por compromiso.
¿Cómo viviste tu paso por los tres clubes?
Disfrute de estar en los tres. No me arrepiento de nada de lo que hice en ninguno, todo lo disfrute. Me di el gusto de jugar en el Nacional B, de marcar a delanteros que hoy solo los ves por la tele, como Palacio o Sand, de ganar el clásico, jugar a cancha llena, vivir un ascenso, jugar en los tres grandes de Salta, no muchos lo hacen, hay jugadores que terminan sus carreras y nunca ascendieron. Ahora estoy en otra etapa, y ojala más adelante pueda decir, me di el gusto de ser profesor, licenciado o de trabajar en tal lado.
Fuente: Revista 90 MinutosDeportes
