Concluida la Segunda Guerra Mundial, desde Italia, llegó hacia los pagos salteños Fray Honorato Pistoia, que en realidad su nombre era Benedetto Pistoia y al tomar su consagración adoptó el nombre de Honorato.El popular cura nació un 7 de Mayo de 1926 en la comune Di Subiaco, Italia.
Su actividad misionera franciscana puede testimoniarse en nuestra ciudad en la escuela San Francisco, el Centro Juventud Antoniana, la radio, el confesionario, la creación del Instituto Padre Gabriel Tommasini (1967), entre otras obras.
Profesior de historia, estudiante de medicina, un intelectual supo ser fiel representante del espíritu antoniano. Sotánas y sandalias entremescladas en un picado despertaron en más de uno un suspiro por aquel padre bonachón. Más de uno lo vió confundirse en un insulto por Juventud Antoniana, su pasión por el Santo era total, un fanático, un emblema, una bandera, un padre.
Tal fue la devoción que tuvo para con el club, que el estadio antoniano lleva su nombre. (Por: Juan Isasmendi)