Crucero fue el que propuso el juego a través del circuito que armaron Lucas Rodríguez, Franco Cabrera y Pedro Brítez, y sobresalió Carlos Marzuk en la recuperación.
Por el lado antoniano, Miguel Gutiérrez se mostró como el hombre capaz de provocar fastidio entre los hombres de la defensa contraria, aunque no tenía quien lo abasteciera.
En un avance profundo el colectivero contó con una situación clara para abrir la cuenta por intermedio de Fernando Márquez, y el arco antoniano se salvó providencialmente.
Crucero sacó ventaja por intermedio de Pedro Brítez, quien ejecutó un tiro penal y venció la resistencia del Gato Pérez, previa falta de Lamolla al Negro Peirone.
La defensa de Juventud se mostraba insegura. Con cuatro en el fondo, no se acertaba en la marca y otra vez aparecieron las desatenciones. Aunque Cantoro intentó poner la pausa o el cambio de frente con acierto.
Crucero apostó a la contra, aunque el desorden de Juventud le facilitó el trabajo para seguir manejando el trámite del encuentro.
Con las corridas de Gutiérrez el santo buscó. Padua tiró al medio y Gaona ahogó el disparo del delantero. El equipo misionero se dio por satisfecho con el mejor andar y fue el peor error que cometió. En el hilo de vida que le quedaba del partido, Juventud encontró la reacción, porque a través de Antonelli que había reemplazado a Walter García llegó a la transitoria igualdad, y luego el Loco Padua cambio la historia y le dio la victoria.