Gran triunfo antoniano, con mucha entrega y superando en todas las lineas a su rival pudo festejar y reivindicarse ante su gente. El envió anímico para volver a pelear por el sueño que tanto se anhela. Rodrigo Sanchez y Cristian Badaracco los autores de los goles. En la tribuna como siempre; mayoría y fiesta y ahora cierre con goce.
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Juventud venia golpeado, por que en lo que iba del año no le había podido ganar a Central en un partido que mereció mejor suerte, porque después perdió la clasificación en Gualeguaychu en un partido que no se pudo demostrar lo que se jugaba, pero el triunfo ante Guaraní en el cierre de la primera ronda le dieron al equipo un aire fresco y ahora se le gano al clásico rival, se sumaron tres puntos, se consiguió un gran envión anímico y se dejo al rival con un panorama negro.
La clave estuvo en ganar las pelotas divididas y a partir de ello superar en cada linea a central, la defensa controlo muy bien a los delanteros rivales, el medio-campo se adueño del partido, no dejo jugar nunca a los dirigidos por Coleoni y supo cuando jugar, cuando tocar y cuando buscar con profundidad (como el pase de Matías Fernández en el gol de Sánchez y el de Matías Vicedo en el gol de Badaracco). Y arribo Prieto y Sánchez desgastaron a los defensores y corrieron muchísimo, el 9 aprovecho su oportunidad, lo mismo que Badaracco que cuando ingresó pudo mojar.
El cierre del partido fue con un gran "ole, ole" que bajo de la tribuna, el goce de hinchas y jugadores y el regreso a casa con una gran alegría.
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Juventud venia golpeado, por que en lo que iba del año no le había podido ganar a Central en un partido que mereció mejor suerte, porque después perdió la clasificación en Gualeguaychu en un partido que no se pudo demostrar lo que se jugaba, pero el triunfo ante Guaraní en el cierre de la primera ronda le dieron al equipo un aire fresco y ahora se le gano al clásico rival, se sumaron tres puntos, se consiguió un gran envión anímico y se dejo al rival con un panorama negro.
La clave estuvo en ganar las pelotas divididas y a partir de ello superar en cada linea a central, la defensa controlo muy bien a los delanteros rivales, el medio-campo se adueño del partido, no dejo jugar nunca a los dirigidos por Coleoni y supo cuando jugar, cuando tocar y cuando buscar con profundidad (como el pase de Matías Fernández en el gol de Sánchez y el de Matías Vicedo en el gol de Badaracco). Y arribo Prieto y Sánchez desgastaron a los defensores y corrieron muchísimo, el 9 aprovecho su oportunidad, lo mismo que Badaracco que cuando ingresó pudo mojar.
El cierre del partido fue con un gran "ole, ole" que bajo de la tribuna, el goce de hinchas y jugadores y el regreso a casa con una gran alegría.