El Santo nunca se encontró con el partido y fue superado por Talleres. Los más de 13 mil antonianos que coparon el Martearena no alcanzaron para superar al puntero. El equipo sintió la ausencia de Ermini, la lesión de Arrigo y la expulsión de Loeschbor. El empate parcial no sirvió para el empuje anímico y el 1-2 final es un golpe que el plantel tendrá que asimilar rápidamente para no perder el tren de la clasificación.
Primer Tiempo: En los primero minutos parecía que el Santo se llevaba por delante al equipo visitante, pero solo duro un ratito esta ilusión. La lesión de Arrigo (foto) complico más aun los plantes de Coleoni. A los 16 minutos Pereyra puso a la T arriba con un buen remate desde afuera del área luego de que Peirone perdiera la pelota en zona defensiva. Cuando parecía que al entretiempo el Santo se iba abajo en el marcador y sumado a esto la expulsión de Loeschbor, Rinaudo estalló la pelota en el travesaño y en el rebote apareció el “Betito” Acosta para el empate parcial justo segundo antes que el árbitro pitara el final del primer tiempo.
Segundo Tiempo: El golpe anímico del gol antoniano no tuvo el efecto esperado. A los tres minutos de iniciado el complemento Cozaro volvió a poner en ventaja al equipo visitante. A partir de ese momento el Santo nunca encontró los espacios a pesar de jugar con un hombre de más por las expulsiones de Bonay y Martinelli. Se repitió mucho en centros imprecisos y nunca llego con claridad al arco de Talleres. Lo más peligroso fue un cabezazo de Damián Fernández y una apilada de Navarro. El resto fue más de lo mismo, con centros o algún remate esporádico desde media distancia.
Los cambios: Navarro (foto) ingresó en el primer tiempo por la lesión de Arrigo y los primeros minutos fue desequilibrante, pero su rendimiento fue de mayor a menor. En el segundo tiempo Medina reemplazó a Cáceres pero “Charly” a pesar del esfuerzo no pudo ser el eje del equipo, parecía que era el momento de Estevenaux para aprovechar los espacios, pero el habilidoso cordobés nunca entró. El tercer cambio fue el ingresó de Palavecino por Domínguez, la altura de “Pala” termino siendo intrascendente, ya que los centros imprecisos nunca le llegaron con claridad y cuando el “Flaco” quiso ser partícipe del juego se contagió en la misma imprecisión que todo el equipo. La figura: Dentro de un panorama bastante opaco, Eric Chmil corrió, metió e intento jugar. El “Cabro” empezó el partido como doble cinco y con la expulsión de Loeschbor, Coleoni decidió el adelantamiento de Gorostegui al medio campo y Chmil retrocedió para reforzar la línea defensiva y armar una línea de tres. También fue destacable la actitud de Damián Fernández, que en varias oportunidades paso al ataque, estallo un cabezazo en el travesaño y termino jugado de centro-delantero.
Lo que viene: El próximo rival es Patronato de Paraná, el puntero de la zona A. Por primera vez en la temporada el Santo visitara el equipo entrerriano, en Salta ya lo enfrentó en dos oportunidades con dos triunfo, 4 a 1 en el Apertura y 1 a 0 en el presente 2010. Sin Loeschbor expulsado, ni Peirone quien llegó a la quinta amarilla y sumada a la lesión de Arrigo, Coleoni tendrá mucho trabajo en la semana para el armado del equipo y fundamentalmente en la parte psicológica luego de una dura derrota y del “caso Ermini” que repercutió en el ánimo del equipo. Lo positivo es que Juventud sigue dependiendo de si mismo y aun se mantiene en zona de clasificación.
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